WHAT'S NEW?

La ciencia implica debate pero no de cualquier manera

Últimamente se ha producido una especie de lucha en redes sociales que me ha dado qué pensar... Los que habéis participado o lo habéis seguido sabéis a qué me refiero y con toda la intención no voy a dar datos personales porque no me apetece darle más bombo.

Ciencinazi, como muchos otros

En redes muchas veces aparecen personas clamando al cielo por generar un debate público sobre temas científicos como el uso de transgénicos. Sin embargo, cuando esto ocurre el enfoque que se utiliza es predominantemente negativo y recurren a fuentes bibliográficas con información pésima. 

Viendo el panorama, muchos científicos y compañeros no pueden evitar intervenir para hacerle llegar información fiable a la persona en cuestión (chapeu por vosotros, santa paciencia). El problema viene cuando pasamos de la mejor de las intenciones al cabreo, originado por el enrocamiento absoluto del interlocutor.

Gracias al enfado monumental manifestado al susodicho/a nos han empezado a poner etiquetas como cientifistas, fundamentalistas tecnocientíficos o, la más difundida, ciencinazi. Todas estas personas quiero que sepan que no nos ofenden las etiquetas y que pueden llamarnos como quieran porque no nos va impedir seguir en nuestro empeño. He de decir que para mí es casi un orgullo porque implica que el mensaje llega más lejos y no solo a nuestro pequeño círculo.

¿Dogmáticos?¿Estás seguro?

Lo único que me molesta con todos estos ataques es que se nos intente desprestigiar diciendo que los científicos somos dogmáticos y cerrados de miras porque alguien ajeno a esto puede leerlo y creérselo.

En mi opinión, estos adjetivos se deben al desconocimiento sobre la forma de trabajar en nuestro día a día en el laboratorio. Cuando nosotros hacemos un experimento no es porque queramos mezclar cosas al tutún a ver qué sale... Tenemos unos conocimientos previos sobre el tema, nos calentamos mucho la cabeza para saber exactamente qué queremos encontrar/probar y diseñamos el experimento.

Y después viene lo bueno: el resultado. Precisamente nosotros debemos tener la mente totalmente abierta de miras porque el resultado es impredecible y un alto porcentaje de las veces puede ser muy distinto a lo que esperábamos obtener y no debemos ofuscarnos si es así. Y no sólo eso, sino que tenemos reuniones de grupo o con gente de otros grupos para debatir con nuestros colegas esos resultados, saber si hemos hecho algo mal, qué podemos cambiar o mejorar o, incluso, si la hemos cagado de pleno en el diseño o con la premisa de la que partíamos.

Teniendo en cuenta el proceso, sin una mente mínimamente abierta no podemos hacer bien nuestro trabajo.

Debate sí, pero con conocimiento 

Es rotundamente falso que huyamos de los debates porque como ves forman parte de nuestro trabajo, pero no vale debatir sin saber, sobre todo si puedes estar influyendo en otras muchas personas haciéndolo en un medio público como las redes sociales, un periódico o un blog.

No te equivoques, no me importa que tú no me quieras escuchar, me importan las personas que por tu culpa se creerán conceptos erróneos que repercutirán negativamente en ellos, si se trata de temas de salud por ejemplo, o en la sociedad, en el caso de los transgénicos.

Si por ejemplo quieres discutir sobre plantas transgénicas, primero deberías plantearte si sabes exactamente lo que es. No me vale que digas que están modificadas genéticamente porque nuestros cultivos "de toda la vida" también lo están, aunque por un método distinto. Si esto es algo que desconocías es señal de que debes recurrir a libros o blogs de ciencia. Te ruego que antes de acudir a información de organizaciones ecologistas vayas a un libro teórico, deja de lado la ideología antes de empezar para poder formarte una idea propia.


Para acabar quiero que reflexiones sobre la ignorancia en ciencia. Tengo formación en ingeniería genética, podría decirse que puedo discutir con cierto criterio sobre plantas transgénicas y sin embargo no lo hago. ¿Por qué? A medida que aprendes día a día conceptos nuevos (esa es la maravilla de dedicarse a la ciencia: el aprendizaje constante) te vas dando cuenta de lo mucho que desconoces, el famoso "sólo sé que no sé nada" de Sócrates. En esa tesitura te vas sintiendo menos capaz de realizar afirmaciones tajantes sobre un tema que no es tu campo de trabajo porque puede que se te hayan olvidado conceptos y además no estás al día de lo último publicado. Es la parte mala de centrarte en un área concreta... Pero, "aprendiz de mucho, maestro de nada", es lo que hay.

Así que si muchos científicos como yo no se meten en el debate por no ser expertos en el tema, plantéate si tú tienes los conocimientos suficientes antes de arriesgarte a meter la pata frente a alguien que dedica gran parte de su tiempo a ese campo.

Me declaro ignorante y ciencinazi hasta la médula ;)

Un saludo.

0 comentarios:

Publicar un comentario