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La técnica CRISPR de forma sencilla

Durante muchos años los investigadores han intentado encontrar una forma eficaz y segura de modificar el ADN que pudiera utilizarse como terapia contra enfermedades genéticas. Parece que la hemos encontrado.

Uno de los grandes objetivos de los genetistas es poder ‘arreglar’ la parte del ADN que esté defectuoso en una enfermedad genética. Y, para hacerlo más difícil, el gran reto hasta ahora era que fuera viable 'in vivo' con total seguridad en humanos, ya que no queremos tocar el ADN donde no debemos y producir males mayores.

Pues bien, lo que parecía imposible está cada vez más cerca, y todo gracias a CRISPR, nacido del trabajo de investigadores como el del español Francis Mojica. Se trata de una herramienta para hacer una especie de ‘corta y pega’ genético que ha supuesto una revolución. El motivo: actúa en el sitio exacto, y lo hace de manera sencilla y eficiente.

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Por ahora será mi última colaboración hasta nueva orden. Espero poder escribir alguna cosa los próximos meses, pero previsiblemente el ritmo decaerá un poquito. Como siempre podéis mandar sugerencias, tengo unas cuantas en la recámara a la espera, paciencia ;)

Vacuna contra las infecciones de orina

Multitud de mujeres sufren infecciones urinarias y además, en muchos casos,

éstas se producen de forma repetida, pudiendo encadenar varias infecciones en muy poco tiempo. Para evitarlas se están estudiando vacunas contras las bacterias que las causan.

Lo que llamamos comúnmente infección de orina se conocen de forma más técnica como infecciones del tracto urinario y engloban cuatro tipos de dolencia: cistitis (vejiga), uretritis (uretra), ureteritis (en uréteres, conductos que conectan la vejiga con los riñones) y pielonefritis (riñones).

Aunque nadie está libre de sufrirlas, las mujeres tenemos mayor predisposición que los hombres -una probabilidad de entre 8 y 30 veces más- y se estima que alrededor del 50% de las mujeres tendrá al menos una infección de este tipo a lo largo de su vida. Tiene una sencilla explicación: las mujeres tenemos la uretra mucho más corta y más próxima al ano, el cual es foco habitual de las bacterias que producen dichas infecciones. De hecho, la habitual es nuestra “compañera” intestinal más famosa, la E. coli, que causa más del 80% de estas infecciones.

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